20 de enero de 2025

UNA ALTERNATIVA PARA CAPTAR INGRESOS, SIN SUBIR IMPUESTOS

No es cuestionable, de ninguna manera, la intención de adquirir maquinaria y vehículos con los que los navojoenses podamos tener mejores servicios: Nadie, ni el opositor más recalcitrante, podría estar en desacuerdo con cualquier acción para el progreso del municipio. Lo discutible es la fórmula simple que eligió el ayuntamiento de Jorge Alberto Elias Retes para hacerse de más recursos para cumplir con esos propósitos.
Creo que el alcalde se fue por la más fácil – el aumento al impuesto predial- debido a la falta de oficio político y un auténtico trabajo en equipo con sus regidores y con los diputados que representan a Navojoa en el Congreso del Estado, vaya, hasta el diputado morenista Próspero Valenzuela ha planteado dar reversa a lo que él mismo apoyó con su voto.

Hay otras maneras de que el gobierno municipal se allegue recursos: En Navojoa hay aproximadamente 65 mil predios, pero solamente alrededor de 20 mil pagan predial, de acuerdo a estadísticas de los últimos 15 años.

La estrategia de aumentar el impuesto predial implementada por el alcalde sólo consigue cargarle el peso tributario a ese 30% que sí son cumplidos. Eso también significa que lo más probable es que no se va a lograr la meta de 80 millones de pesos en recaudación por concepto de impuestos prediales, acaso 25 o 30 millones en el mejor de los casos, lo que significaría una de dos cosas: poner a funcionar el sesudo “Plan B” del alcalde, que es la adquisición de un crédito, es decir, deuda por la cantidad que falte para completar los ingresos que se requieren para adquirir toda la maquinaria que el alcalde ha anunciado en sus redes sociales (en el ejemplo hipotético que señalamos, la deuda sería de unos 50 millones de pesos) o simplemente no cumplir con lo que se está prometiendo.

El crédito, en caso de que se opere, tampoco es producto de trabajo del cabildo, sino un seguro abierto para todos los municipios.

De los casi 45 mil que no pagan, hay cerca de 20 mil que habitan un predio de manera irregular o cuentan solamente con una carta de posesión. Si la administración municipal gestionara programas de regularización con el gobierno estatal, tendría doble beneficio: por un lado, el agradecimiento a la administración que le ayuda a tener certeza jurídica sobre un patrimonio, que se traduciría en votos para su partido, y por el otro, mayor captación de recursos vía pagos.

La aportación de 20 mil contribuyentes que sí cumplen, más lo que se reciba de esos otros 20 mil por sus trámites de regularización, resultaría en casi dos tercios del total de contribuyentes aportando para los proyectos del alcalde. Duplicar la base tributaria pudiera ser la primera fase de una estrategia de mayor recaudación.

Tampoco se ha contemplado acercarse a los 25 mil ciudadanos que no aportan sus contribuciones. Se ha planteado la visita casa por casa, sin revisar si son domicilios deudores o no, en lugar de revisar casos concretos y plantearles soluciones específicas.

Por lo pronto ya hay grupos que se están organizando para hacer frente por la vía legal a la imposición. Tienen 2 meses para echar atrás la Ley de ingresos y ante la inconformidad creciente, el Cabildo debería ponerse desde ya a buscar otras fuentes de ingresos, porque el circo se puede caer antes de empezar la función.

13 de enero de 2025

Una lección de política para el alcalde

 

La democracia, para que lo sea, requiere de consensos en las decisiones más importantes. Ningún Estado que se autodenomine democrático puede ejercer la simple voluntad de quienes ostentan los máximos cargos públicos con la excusa de la representación popular.

Cuando los ciudadanos acudimos a las urnas para elegir gobernantes, lo hacemos con la convicción de que aquellos por quienes emitimos un sufragio son los hombres y mujeres más indicados para desempeñar la responsabilidad de dirigir a un país, un estado o un municipio; que son los más preparados con los conocimientos generales que le permitan hacer el mejor diagnóstico de la problemática social y, por ende, también sabrán aplicar la mejor solución para cada situación concreta, auxiliados por especialistas en cada uno de los aspectos del ejercicio del poder.

Es cierto que los gobernantes pueden contar en sus equipos con hombres y mujeres con experiencia vasta, conocedores de contextos muy específicos, pero, sin lugar a dudas, el
gobernante debe propiciar la participación de la sociedad, como el elemento más indispensable para el ejercicio de sus funciones. El vínculo entre gobernantes y gobernados -lo que Jürgen Habermas llama Democracia deliberativa- implica la discusión pública y el diálogo con los ciudadanos como forma del progreso colectivo. Se trata de ejercicios de comunicación con el objetivo de alcanzar un consenso basado en la fuerza de los argumentos y no en la imposición de una posición.

Parece que, en el asunto del aumento del impuesto predial, el cabildo de Navojoa, el alcalde Jorge Alberto Elías Retes y los diputados, pasaron por alto esta condición de la democracia. No hubo discusión con los diversos sectores, ni siquiera una información de las buenas intenciones que se proyectan con la captación de mayores recursos para el municipio.  Todo se mantuvo en secrecía por “razones políticas”. Como si la armonía entre gobernantes y gobernados no fuera una razón política de suficiente peso. La soberbia se impuso paralela al incremento.

Apenas el viernes, cuando el asunto ya es irreversible, hubo acercamiento, en una reunión que los empresarios afiliados a Coparmex solicitaron con el presidente municipal. El diálogo se dio, respetuoso. Las tesis de lo que pudo haber sido afloraron, e incluso los desacuerdos, pero sin aspavientos. Un diálogo maduro con un resultado dialéctico, del que, tanto las autoridades como los empresarios, salieron conformes y con acuerdos. Sus tesis opuestas evolucionaron en una mayor que unifica los dos criterios: el progreso del municipio.

Los empresarios se llevaron una idea más amplia de lo que significa la decisión, de lo que implica el sacrificio de los contribuyentes, con la esperanza de realmente “llevar a Navojoa al siguiente nivel”, en los hechos y no sólo como una frase propagandística. Total, lo peor que puede ocurrir es que haya un poco más de deuda para el municipio (la diferencia entre lo que se proyecta recaudar y la recaudación real). El alcalde, por su parte, se llevó una muy buena lección de política: la democracia, para que sea real, requiere de consensos en las decisiones más importantes.

3 de enero de 2025

Teléfono negro ¿realismo mágico de suspenso?

El cine, para ser espectacular, recurre a elementos que magnifiquen una historia. Así vemos superproducciones con efectos especiales que resaltan las capacidades humanas para hacer el bien o el mal, según sea el caso y en ocasiones son más protagonistas que la propia narración visual. Explosiones que destruyen ciudades, pero de las cuales los héroes protagonistas siempre resultan ilesos; hombres y mujeres con capacidades imposibles para manipular a la tierra, al agua, al fuego, al viento; seres que mutan su condición humana para convertirse en animales; máquinas humanizadas y muchas variantes y combinaciones de lo mismo.

Hay otras formas más sencillas de agregarle énfasis a la historia, sin tener que invertir grandes sumas y que además están más cerca de la condición humana, son narraciones de personas comunes que poseen alguna cualidad escondida o incluso desconocida para ellos mismos: poderes sobrenaturales, seres con memoria increíble, videntes, prestidigitadores habilísimos y toda una serie de destrezas y eventos únicos que remarcan mitos y leyendas.

Contar una historia en una película, entonces, requiere de poseer talento e ingenio para enaltecer una crónica visual.


Scott Derrickson es el guinista y director de “Telefono Negro”, una historia que según la propia cinta, está basada en hechos reales y que nos cuenta las vivencias de Finney, un niño de 13 años que conoce a otros chicos de su edad que han desaparecido, raptados por un sicópata que utiliza el mismo patrón para operar: una van negra que, por el número de víctimas ya posee la fama de estar siempre en el pequeño pueblo en el que se desarrollan los acontecimientos, sin embargo, la policía no encamina sus investigaciones desde esa perspectiva. El delincuente siempre deja la misma pista: globos negros que semánticamente son su  sello personal

Después de que Finney es atacado por el típico grupo pandilleril de secundaria, otro adolescente, Robin, los enfrenta para defender al muchacho, lo que acerca a ambos en una naciente amistad que será truncada con la noticia de la desaparición de Robin.

La lógica se rompe en la narración de manera reiterada, como lo que señalaba arriba en relación con el vehículo y las investigaciones policiales. Pero es cine y no hay manera de que los hechos se apeguen a lo formal.

No hay ninguna precaución, los padres siguen permitiendo a sus hijos adolescentes salir sin acompañamiento. Ningún joven que está enterado de lo que ocurre en su entorno se acercaría a una van negra, menos aún entablaría conversación con quien la conduce, mucho menos si lo que ve dentro de la camioneta son globos negros. Pero Finney estaba ahí, sin ese quebranto de lo racional no tendríamos película.


Y es aquí donde lo inverosímil rebasa la línea y nos coloca frente a una historia de realismo mágico: Gwen, la hermana menor de Finney, posee poderes paranormales que ella no controla. Es un caso de onironancia, esa facultad de ver el futuro en sueños, que será ignorada por los adultos y que explica la mala relación con el padre de la niña, pues se da a entender que la madre poseía poderes similares y que ello causó la separación del hogar. Lo que ella ve acerca de su hermano será importante para el rescate.

Finney es llevado a un sótano en el que no hay más que un colchón y un viejo teléfono  de disco, negro, para darle un toque aún más misterioso, pegado a una pared, pero está desconectado. Quizá el instinto hace que Finney intente una llamada, aunque pronto se da cuenta de que el cable está roto.

Una tarde, misteriosamente el teléfono suena y Finney descuelga la bocina y se comunica con los cinco jóvenes, ahora sin vida, que estuvieron en el mismo lugar y las mismas condiciones en los que ahora se encuentra él. Ellos le dan pistas e indicaciones para poder salvarse, lo que finalmente logra. Como todo héroe cinematográfico, el joven encuentra en lo imposible, la ruta de su victoria frente al mal.

Es una especie de realismo mágico aplicado en una película de suspenso. Tienen que suceder cosas extraordinarias para que la historia se encamine hacia el desenlace que el público espera. La moral de lo deseable empuja el relato, con técnicas no ortodoxas, a un final feliz.