19 de noviembre de 2011

CONCEPTOS (Nuevo lenguaje)

Hoy florecer es pasado

Derruir es esperanza

La muerte apunta y lanza

Un nuevo significado


Soñar está en desuso

Hoy lo correcto es huir

Y socorrer al intruso

Que peligra sucumbir


Acallar está de moda

Con sentencia blasfemante

Que antes de juzgar enloda

Las opiniones quemantes


Hoy deja de ser defecto

Saber estirar la mano

Solo es un rito pagano

Cambiar causa por efecto

Se condena el terrorismo

El disturbio desmesurado

Pero se incurre en lo mismo

De justicia disfrazado


La ley es hoy conveniencia

El injusto que se zafa

Y expone a la concurrencia

La rectitud de su estafa


Por esos y otros conceptos

Que cercenan mi opinión

No busco reunir adeptos

Ni cantarle a la razón

Al fin se hallarán pretextos

Para enjuiciar mi tesón


Ya no me siento apostado

Heroico el pecho a blandir

Halado por un costado

Sólo decir por decir

28 de septiembre de 2011

LA NOCHE



Oscuro romance con la luna
Tintinear de estrellas fugaces
El eco del quejido en que naces
Y después un silencio que asusta
                                  Es la noche

Aroma a sexo, a tentación
Dolor, misterio oculto
Es el momento perfecto
Para incurrir en traición
                                 Es la noche

Cubrir el sol con negro velo
Donde el amor comienza a ceder
Para morir y volver a nacer
Y así llegar a tocar el cielo
                               Es la noche



28 de julio de 2011

NO VOY A DETENER TU VUELO

No voy a detener tu vuelo, paloma
Aunque ferviente sea este mi deseo
Prefiero perderme de tu dulce aroma
Y ser congruente con todo lo que creo

No guardaré en vano tu fresca sonrisa
Ni diré tu nombre como simple axioma
Todo se conjuga, todo se armoniza
Porque tú existes, divina paloma

No voy a detener tu vuelo, paloma
Ni ataré tus alas con finas amarras
No seré palomo ni luz que se asoma
Tampoco la fiera que sangra sus garras

Hoy voy a soltarte libre por los aires
Hoy quiero dejarte volar tu blancura
Al fin que en mi suerte siempre hay desaires
Al cabo mi muerte ya nada la cura

4 de julio de 2011

VER LLOVER

Este poema es narrado por la lluvia


Por cada sonido de las gotas


Que chocan en las azoteas


Y en las calles


Y en las avenidas.



Por el chasquido de los zapatos


Al pisar los charcos,


Por la furia del estruendo


Del trueno


Y la luz del rayo



Es la lluvia tapizando mi ciudad


Una fiesta de humedad


Y baile o exhibición de paraguas



Cada gota fría es un alivio al estupor


Una oda a la vida


La tierra es fértil óvulo


Que recibe plena millones


De espermas de lluvia


Que la fecundan


Y renuevan su ciclo



Y cuando por fin escampa


El aire limpio inunda los amores


Y el sudor y las lágrimas


Se ocultan


Temporalmente mimetizadas.

9 de junio de 2011

ÁNADE

Henchido de naturaleza vasta

Con una pértiga ceremoniosa

Miro tu blanca desnudez de casta

Y del amor tu figura ansiosa


Con aviesas manos busco tu espacio

Bebo el agua salada de tu cuello

Poco a poco la sed ligera sacio

Queda en los poros de tu piel mi sello


Como ánade cadenciosa caminas

Sobre tus hombros hermosas guedejas

Miro abismado tus caderas finas

Cuando bajas del cielo y te alejas


Después del amor eres más hermosa

Desde mi lecho admiro tus formas

No estoy hablando de divas ni de diosas

Es tu silueta que está entre las sombras.

8 de junio de 2011

MUCHACHA SIN SOMBRERO

Detrás del cristal inquieto pregunto
Si comienza fría a llegar la escarcha
O es esa estrella la que tienes junto
¿Dónde esta tu sombrero, muchacha?

Agosto moja de lluvia tus cabellos
Tan largos cual si fueran ríos
El sol deja en ti los destellos
Cálidos cual si fueran míos

¿Dónde esta tu sombrero, muchacha?
Se lo ha llevado el viento, dijiste
Era una brisa fuerte de buena racha
Que ha dejado un ave sin alpiste

Del suave perfume que tú llevas
El aire ha esparcido aquel aroma
Vienen con tormenta buenas nuevas
Pues ha vuelto a su nido la paloma

MUCHACHA CON SOMBRERO


Esa muchacha de sombrero alón


Repite la escena como cada día


Abre las puertas con un bello son


Descubierto para fortuna mía


Un singular reparto de alegría


Canta cantando la misma canción


Viene desde lejos esa melodía


Canta cantando con el corazón


Dejando dulzura donde no la había


La fruta que sabe como ambrosía



Sensato a la espera que vengas


Siempre puntual, cual relojería


El sombrero puesto como una arenga


Descubro tus formas, tu anatomía


Y soy un esclavo de la geometría


Que en un verso corto quiere descifrar


Cuando llega el sol como eucaristía


A trocarse oleaje de un inmenso mar


Que actúa perfecto como sinfonía


Fugaz e impreciso cual filosofía.



¿Qué será de ti cuando seque tu árbol?


¿Qué de tu alegría y de tu sonrisa


nívea inmaculada que parece mármol,


fresca y suave como en el mar la brisa?



Ya no habrá néctar posado en tus brazos


Ya no volverán tus pasos a caminar aprisa


Ni los sueños a esconderse en el ocaso


O las horas a viajar en el bolsillo de mi camisa.

2 de junio de 2011

CASA

Yo llevo una casa
que canta contigo
la misma canción

Silvio Rodríguez.


Aquel corredor tan lleno de helechos verdes y rosadas bugambilias que vivían en macetas de barro; aquel patio de baldosas amarillas carcomidas por el sol y la lluvia, que en torrentes inundaba la casa entera; aquel ventanal tan grande en la cocina, por donde se mira a la abuela sin sus anteojos, apoltronada mientras hierve el puchero en la vieja estufa de petróleo, dispuesto para ser devorado por los gatos hambrientos y perezosos de la azotea y por el anciano perro que sigue atado en el patio trasero.

Así es la casa de mi infancia, donde las horas lejanas sobreviven en el recuerdo junto a los duendes que ocupan los rincones encantados de lo que fue mi habitación, ese cuarto antes inmenso, reducido por mi percepción de adulto, donde se asomaba la luna luminosa por las noches y su resplandor alumbraba mis sueños, pero aún hay magia ahí.

Todavía vive ahí mi risa original, mis noches largas y mis primarios miedos, todo sigue igual. El amor evolucionó en esa morada, cumplió su ciclo natural y hoy renace de mí, impugna los años y certifica su inmortalidad, mi casa sigue siendo mía.

Aún suena el eco del macabro reloj de péndulo al dar las seis en el cuarto del abuelo, sus pasos suaves, lerdos, aún se escuchan a esa hora en la puerta; perdura también la imagen del sombrero colgado en el perchero, y sus botines al pie de la cama y sobre los buroes el cenicero y sus lentes, iluminados por esa bombilla ordinariamente sombría. El mozo de uniforme militar sigue en el cuadro, con su rostro noble y su fusil a guisa de bordón, revive el olor a naftalina y a tabaco fuerte.

El tiempo parece no pasar por ese universo, sólo falta el pájaro que moraba en la jaula del zaguán, aquella inocente avecilla que cantaba tan temprano que sus trinos despertaban al inocente sol de abril.

Esta casa de hoy es diferente, me acoge igual, me da la bienvenida, sin embargo, no hay aquí los sueños infantiles ni los ecos de épocas remotísimas como los domingos en el aquel mercado, con sus aguas frescas de colores y sus camiones repletos de rancheros y sus bolsas de pan, sus gallinas y sus flores. En cambio, hay esperanzas que no conocía antes, los anhelos de mis primeros años fueron trocados por un enanito que se introduce por mi oreja mientras duermo, limpia la basura y las piedras inservibles que yacen en mi razón.

El entorno es mi casa más amplia, extensión de mi todo, es un hogar colectivo donde se comparten las canciones y los buenos días, los olores del pan y las coloridas paletas de hielo.

Ese hogar se eterniza, se dilata hasta donde abarcan mis memorias, mis deseos no conquistados. La casa me protege, es mi nido donde se resguardecen los sueños de las casas que aspiro habitar y los recuerdos de las casas donde he vivido, la casa me permite soñar y recordar.

6 de mayo de 2011

SOBRE LA MARCHA POR LA PAZ*

No puede haber alguien que esté contra una de las mayores aspiraciones de la humanidad: la paz. La marcha que comenzó ayer en Cuernavaca, Morelos, (para los que no viven en México, en Cuautla, muy cerca de este lugar, en el mismo estado, nació Emiliano Zapata, el caudillo de la Revolución Mexicana que tuvo como máxima la consigna de “Tierra y Libertad”) lleva esa bandera, como expresión de una sociedad que está cansada de sentir miedo por la ola de crímenes que han ocurrido desde que el gobierno decidió “declararle la guerra a la delincuencia organizada”. Más de 37 mil muertes violentas en tres años.





En la marcha participan “civiles”, muchos de ellos que han padecido la pérdida de algún familiar o amigo, como el propio Javier Sicila, principal convocante a esta protesta. Desafortunadamente, - tal vez no les agrade lo que voy a decir- la marcha no pasará más allá de ser la expresión de ese hartazgo, un mero acto comunicativo, casi casi protocolario: cuatro días de caminata, mitin en el zócalo, dos o tres días en las noticias, pero hasta ahí.





La marcha tiene el propósito de llegar hasta el Palacio Nacional y reclamar al gobierno el fin de la violencia vinculada al narcotráfico. Al gobierno, corrupto en todos sus niveles. La propia “sociedad civil” que hoy protesta, desconfía del aparato de estado por evidente colusión con las bandas de narcotraficantes. Gobernadores, presidentes municipales, diputados y otros, han aparecido en las noticias como “funcionarios públicos que ejercen el poder y tienen vínculos con la delincuencia organizada”. Algunos de estos casos se han ventilado en los medios de comunicación, de otros más se sospecha, como es el caso del ex presidente Vicente Fox, que en un tiempo fue acusado de favorecer al cártel de Sinaloa, ya que los “capos” que apresaba la policía, eran enemigos de ese grupo. Y fue en el sexenio de Fox cuando Joaquín “el chapo” Guzmán Loera, escapó de un centro penitenciario de “alta seguridad”, nada menos que por la puerta principal.





Podría hacer una lista de funcionarios públicos y de partidos políticos de los que algunos medios han destapado sus relaciones con diferentes tipos de delincuencia organizada, pero no es el caso. La idea es que, ese gobierno hará oídos sordos al reclamo y en una pose de demócrata, ha permitido que los medios de comunicación publiquen información sobre la protesta, al fin y al cabo es una protesta estéril, con pocos manifestantes, que no pone en riesgo al gobierno.





Han sido las propias políticas de gobierno las que han engendrado el fenómeno social llamado narcotráfico. Un sistema económico que segrega a las mayorías. 25.5 millones de personas en México no tienen ingresos ni para comer; casi 80 millones de pobres, de una población de 114 millones de mexicanos; 11 millones de compatriotas (sin contar sus hijos nacidos allá) que residen en los Estados Unidos, a donde emigraron por falta de oportunidades de empleo; 7 millones de jóvenes de entre 16 y 23 años que son llamados despectivamente “ninis” porque ni estudian ni trabajan, por falta de oportunidades; México es la 14va economía del mundo, pero tiene los salarios más bajos de todo el continente; la tasa de desempleo es la más alta de la historia del país y la mayor en el continente. Hambre, miseria, ignorancia. ¿Por qué el gobierno se sorprende que haya tantos jóvenes involucrados en actividades ilícitas, como matones, como “burros” (transportistas de droga), como cultivadores y fabricantes de estupefacientes?. ¿Por qué el gobierno se sorprende de que sus “campañas de valores” no hagan eco y los jóvenes prefieran irse con el bando que les ofrece dinero fácil, camionetas lujosas, armas y poder en vez de con ese gobierno que los margina y que a sus comunidades las tiene sin escuelas, sin servicios médicos, sin agua potable, mucho menos sistemas de drenaje y alcantarillado, muchas veces sin electricidad y otra lista larga de carencias?





Veamos los periódicos, las edades de los asesinados son en una gran mayoría jóvenes. 90% o más, tienen la edad que cité para los ninis. ¿No ve el gobierno una liga?





Todo esto para llegar a mi punto. La violencia tiene una base material, una base económica. Lo que hay que modificar son esas circunstancias materiales y económicas que generan la violencia. Nuestra lucha por un mundo mejor debe ser global. Por la paz y contra la pobreza y la inequidad, contra los que asesinan, pero también contra los que orillan a la gente a convertirse en asesinos. Contra la muerte de inocentes, por alguna bala perdida en algún “uno” de enero, como dice la canción de mi amigo David Aguilar, (citada aquí por Garretón) en la que refiere los momentos de angustia que vivimos los habitantes de Culiacán, ciudad sede del cártel de Sinaloa, tal vez el más poderoso de América Latina, cuando escuchamos la cantidad de metralletas que se disparan en el festejo de año nuevo.





Lo que el gobierno anuncia con bombo y platillo como “guerra contra la delincuencia organizada” no es real. No puede serlo en este sistema económico. Porque los negocios derivados de esta actividad ilícita representan el 11 % del PIB. Segar esta actividad de tajo, implicaría una severísima crisis económica, peor que la que ya vivimos los mexicanos. Combatirla con verdaderos fines de exterminarla, hoy significaría una especie de harakiri del gobierno.





Pero ocurre que el gobierno tiene que dar una imagen de poder, lograr que esas declaraciones de organismos internacionales acerca de que en México existen zonas en las que no gobierna el Estado parezcan fuera de contexto. Que no se forme en la ciudadanía la idea de que grupos armados pueden rebasar la autoridad oficial. Por eso el ejército patrulla las calles. Aquí en Culiacán, hay destacamentos completos, con tanques y otros vehículos. Y Policía Federal y Fuerzas Especiales. Pero el narcotráfico y el narcomenudeo siguen existiendo y tienen más presencia cada vez. No es con policía ni con ejército como se va a llegar a dar fin a esta actividad y los males que genera. No es tampoco con una marcha por la paz como se llegará a esta. No se puede pensar en que haya verdadera paz sin modificar la estructura económica. La marcha por la paz tiene buenas intenciones, pero es todavía insuficiente para lograrla.





*Comentario en el Blog Segunda Cita

18 de enero de 2011

PUNTO




Punto que dormita


centro de la imagen, cielo.


Te vuelves cisne y no miras el sol.







Punto de partida




al misterio dulce de tu pecho.




Punto que viene de la luna.







Punto a tu favor.






Es la hora en punto.




Y punto.