Esa muchacha de sombrero alón
Repite la escena como cada día
Abre las puertas con un bello son
Descubierto para fortuna mía
Un singular reparto de alegría
Canta cantando la misma canción
Viene desde lejos esa melodía
Canta cantando con el corazón
Dejando dulzura donde no la había
La fruta que sabe como ambrosía
Sensato a la espera que vengas
Siempre puntual, cual relojería
El sombrero puesto como una arenga
Descubro tus formas, tu anatomía
Y soy un esclavo de la geometría
Que en un verso corto quiere descifrar
Cuando llega el sol como eucaristía
A trocarse oleaje de un inmenso mar
Que actúa perfecto como sinfonía
Fugaz e impreciso cual filosofía.
¿Qué será de ti cuando seque tu árbol?
¿Qué de tu alegría y de tu sonrisa
nívea inmaculada que parece mármol,
fresca y suave como en el mar la brisa?
Ya no habrá néctar posado en tus brazos
Ya no volverán tus pasos a caminar aprisa
Ni los sueños a esconderse en el ocaso
O las horas a viajar en el bolsillo de mi camisa.
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