18 de mayo de 2009

LA VIDA, ESE PARÉNTESIS (QUE SE CIERRA)

“Cuando creíamos que teníamos todas las respuestas,
de pronto, cambiaron todas las preguntas”
Mario Benedetti


El paréntesis de la vida se ha cerrado, el exilio definitivo para Mario Orlando Hamlet Hardy Brenno Benedetti Farugia ocurrió el domingo, mientras el poeta de ochenta y ocho años dormía en su casa de Montevideo, Uruguay. Esta vez, el “desexilio” no será posible sino a través de la memoria, de sus más de 80 libros escritos, de tantos poemas, cuentos y novelas que han gustado a más de una generación.

Cuando supe la noticia, lo primero que vino a mi mente fue el recuerdo de la época en que estudiaba bachillerato, la edad en que descubrí sus textos a través de los Poemas de Otros y me identifiqué de inmediato con el hombre que mira la luna – “es decir la miraba /porque ella se ocultó tras el biombo de nubes” – junto a otros doce que miran al cielo, la tierra, la niebla y hasta a otro hombre que también mira.

Sonetos amorosos que se entreveran en la denuncia por el exilio y la persecución que padeció por la policía de su país que lo buscó en Argentina, Perú, México, Cuba y España, hasta que al fin pudo volver a su patria. Fue entonces que acuñó el concepto del “desexilio”, que significaba volver al lugar de origen, reconocerlo y reencontrarse con recuerdos de quince años atrás.

El exilio está presente en gran parte de la obra de Benedetti, quien va contando sus versos que son como un ladrillo para mostrar al mundo como es su casa. “Cómo saber que las ciudades reservaban/ una cuota de su amor más austero/ para los que llegábamos/ con el odio pisándonos la huella/ cómo saber que nos harían sitio entre sus escaseces más henchidas/ y sin averiguarnos los fervores/ ni mucho menos el grupo sanguíneo / abrirían de par en par sus gozos/ y también sus catástrofes / para que nos sintiéramos igualito que en casa”.

Así, desde el exilio, da voz a los presos políticos de la época de la dictadura en Uruguay, tiempo en el que “hasta el fútbol se acabó, se fueron los buenos jugadores y después vino la crisis económica”. Una de sus novelas, Primavera con esquina rota, narra de manera fácil las esperanzas de un hombre que vive en Libertad, -paradójico nombre que lleva una cárcel- y una serie de personajes que giran alrededor de éste: su hija Beatriz, su padre, su esposa y sus amigos.

Antes de encontrarse con su vocación, Benedetti fue empleado de oficina, ahí hizo de cajero, contador, vendedor y taquígrafo por el mismo sueldo “que me pagan, es lógico, en cada veintinueve/ por tener los libros rubricados al día/ y dejar que la vida transcurra, / gotee simplemente / como un aceite rancio”.

En esa época nació su pasión por la lectura, aunque solamente podía adquirir libros baratos. Fue entonces cuando encontró una edición de poemas de Baldomero Fernández Moreno y descubrió que los poemas que leía describían las mismas alegrías y penas que él sentía.

De esa manera comenzó a escribir, primero solo para la joven Luz López Alegre, el gran amor de su vida con quien habría de casarse en marzo de 1946. Con ella permaneció siempre, hasta que ella cerró su propio paréntesis en abril de 2006.

Benedetti hablaba de la muerte para poder soportarla. “Admitir la muerte es un modo de restarle importancia”. En una entrevista acerca de su libro La vida ese paréntesis…, el poeta comentó el tema de la vida y la muerte: “Creo que la vida es un paréntesis entre dos nadas. Yo soy ateo, no creo en Dios ni nada por el estilo. Hay gente que tiene sus creencias religiosas y tiende a sentir que después de la muerte está el Paraíso, o el Infierno, porque muchos han hecho mérito para ir al Infierno. Yo creo en un dios personal, que es la conciencia: a ella es a la que le debemos rendir cuentas cada día.”

“Después de todo, la muerte es sólo un síntoma de que hubo vida”.










EPPUR SI MUOVE XXI
(y sin embargo, se mueve)

Digan lo que digan, Fidel tiene razón. Solamente hay que ver que las primeras noticias sobre el brote aparecieron el 30 de marzo, es decir, 16 días antes de la llegada de Barack Obama a México. Casualmente, después de la primera noticia los medios no informaron nada más, sino hasta el 17 de abril, cuando el presidente estadounidense ya no estaba en nuestro país.
Cualquier comentario sobre esta columna sin influenza ni influencia, puedes enviarlo al correo electrónico:
jcbalderas.urbi@gmail.com

Publicado en Queo.com.mx. Culiacán, Sinaloa

4 de mayo de 2009

EL INICIO DE LAS CAMPAÑAS Y LOS SPOTS TELEVISIVOS

 Por Juan Carlos Balderas C.

Ayer iniciaron formalmente las campañas políticas en México, con todo y la contingencia por el brote de influenza A-H1N1 y con ello, la andanada de spots televisivos que ya nos esperábamos, en los que los partidos pretenden convencernos de ser la mejor opción y para ello recurren a argumentos diversos.

Para atraer clientela se vale de todo, unos recurren al discurso de lo obvio, que según dicen ellos mismos, se desprende de las encuestas realizadas entre los ciudadanos mexicanos y por ello, en automático, se convierten en las demandas primarias. Al saber de los planteamientos ciudadanos, vía documental y no vivencial, los candidatos se apresuran a convertirse en los defensores de esas necesidades. Pero hay algo que debe resaltarse en el resultado de esas encuestas. Y es que reflejan algunas necesidades en lo general y no en lo particular. No quiero decir con ello que las demandas ciudadanas que los partidos utilizan como banderas carezcan de importancia, sino a que los planteamientos van destinados a la población en general, es decir, no se distinguen las necesidades específicas de grupos de acuerdo a su nivel socioeconómico.

 Para todo mexicano es importante que se resuelvan problemas como la educación y la seguridad pública, pero es un hecho que quienes pueden solventar el pago de colegiaturas en colegios privados de cierto nivel, no perciben el asunto de la misma manera que un grupo de padres de familia que requieren alguna mejoría, como la pintura, la dotación de mobiliario, bibliotecas, libros, mantenimiento del inmueble u otras peticiones de esa índole para la escuela pública a la que asisten sus hijos.

En el mismo sentido, quienes poseen mayor cantidad de bienes, automóviles, joyas, dinero, cuentas bancarias, etc, no perciben el asunto de la seguridad de la misma forma que quienes solo viven en una casita de cartón, en alguna colonia de esas que abundan y que carecen de agua potable, drenaje, pavimentación y otros servicios, más por negligencia de las autoridades que por otra cosa.

En fin, no se perciben de la misma manera los problemas del país, cuando la realidad divide a los ciudadanos en los que tienen y en los que carecen.

 Por eso los partidos políticos deberían señalar puntualmente en sus campañas y por ende en sus spots televisivos, a qué tipo de educación, de seguridad, de cada tipo de demandas se refieren y decirnos con detalle cuáles son las acciones concretas que se comprometen a  realizar para atacar estos problemas.

En vez de eso,  pretenden ganarse la simpatía de los ciudadanos con spots en los que aparecen personajes conocidos e identificados con la cultura de masas. Es decir, se procuran elementos con lo que las masas  simpaticen y no argumentos que las convenzan de la seriedad de sus postulados.

La aparición de personajes como “El Místico” en uno de los spots del PAN (que en realidad es un spot del gobierno federal), obedece a la idea diseñada en las empresas de mercadotecnia, que los partidos contratan para tal propósito, por tanto, los anuncios televisivos no reflejan el punto de vista auténtico de quienes se promueven en él, sino de los ideólogos profesionales que saben cuál es la mejor manera de “vender” una idea.

De esa manera se pretende inducir el sufragio ciudadano, una especie de reacción hipodérmica de estímulo-respuesta, que no involucra el razonamiento, tratando al pueblo como tontos, como en el cuento del Flautista de Hamelin, que era capaz de mover a una numerosa plaga al simple sonido de su flauta y así llevarlos al matadero.



EPPUR SI MUOVE XX
(y sin embargo, se mueve)

Escribo después de una larga pausa debida a causas involuntarias, esta es una nueva etapa y una nueva oportunidad en este blog en el que incluiré otros recursos, como el video, en la medida de lo posible. Gracias por permitirme seguir en contacto contigo, lector.

Cualquier comentario sobre esta columna renovada, puedes enviarlo al correo electrónico: jcbalderas.orbi@gmail.com