Por Juan Carlos Balderas Colunga
Por mucho tiempo, México fue visto en Latinoamérica como un “hermano mayor”, en parte por su postura imparcial ante algunos conflictos internacionales que implicaban alguna fricción en las relaciones entre países del continente, pero tal condición existía principalmente, gracias a los alcances económicos que causaban la admiración del resto de los países “del tercer mundo”.
La ubicación de México como vecino de los Estados Unidos, lo hacía verse ante el mundo como el vínculo comercial obligado con el país más rico del orbe y por ende, se proyectaba un futuro de prosperidad y progreso que no imaginaban posible para si mismos los países que antes veíamos como más pobres que el nuestro.
Pero la realidad nos presenta un panorama muy distinto en los últimos años. Según el reporte de proyecciones económicas de la Comisión Económica para América latina y el Caribe (CEPAL), México es el que tiene menor crecimiento económico en el periodo 2004- 2007 y la peor proyección para el 2008 y 2009.
La media general de crecimiento para este año en los países de Latinoamérica y el Caribe es de 4.7 por ciento, debido a la fuerte influencia de la recesión que enfrentan los estadounidenses y se pronostica que para 2009, la tasa de crecimiento promedio sea del 4.0 por ciento. Veamos ahora los alcances que han logrado los gobiernos de izquierda en Latinoamérica, según el reporte de la CEPAL.
El organismo destaca a Argentina como la economía más fuerte de Latinoamérica, que en el periodo que abarca el documento elaborado por aquel organismo internacional, reporta tasas de 9.0, 9.2, 8.5 y 8.7 por ciento y el pronóstico de crecimiento es de un 7.0 por ciento para 2008.
La política económica de Hugo Chávez en Venezuela registró en 2004 un impresionante 18.3 por ciento, y entre 2005 y 2006, su tasa de crecimiento fue superior al 10 por ciento, en tanto que en 2007 el crecimiento fue de 8.4 por ciento con proyecciones de 6 por ciento para el presente año.
A pesar de las grandes dificultades que Cuba enfrentó durante la década de los 90´s, luego del derrumbe de la Unión Soviética, que fue su principal socio comercial, la isla caribeña se muestra en franca recuperación y registra, de acuerdo al CEPAL, un crecimiento de 5.8 por ciento en 2004, de 11.2 en 2005, de 12.1 en 2006 y en 2007 fue superior al 7 por ciento.
En ese mismo tenor, Honduras, que recientemente se incorporó a la Alternativa Bolivariana para América Latina y el Caribe (ALBA), que promueven Venezuela y Cuba, ha venido creciendo a ritmo sostenido con tasas del 6 por ciento y este año lo hará al 4.5 por ciento.
Bolivia, con la guía de Evo Morales, ha ido aumentando sus tendencias de crecimiento del 4 por ciento de años anteriores, al 4.7 de este año. Mientras tanto, Uruguay lo hará al 7.5 por ciento.
El contraste es México, el otrora “hermano mayor”, el que era ejemplo de desarrollo, crecerá apenas el 2.5 por ciento, incluso por debajo de Haití, que es el país más pobre del continente.
Desde el inicio de la presente década, la situación era similar. Para 2005 el crecimiento fue de 3.2 por ciento, en 2006, el entonces presidente Vicente Fox bromeaba diciendo que si se sumaba el crecimiento de ese año y los anteriores, “por fin alcanzamos el 7 por ciento” que prometió en campaña. En 2007 el crecimiento fue de 3.2 y para este año cayó a 2.5 por cient, cifra que se proyecta también para el 2009.
Una de las condiciones que ha favorecido a los países del modelo Bolivariano, es que Argentina liquidó sus compromisos con el Fondo Monetario Internacional, se desligó de su tutela y reorientó su estrategia hacia un rumbo nacionalista y popular.
Ese ejemplo lo siguió Venezuela y posteriormente Bolivia. La evidencia demuestra que los países que se independizan del FMI registran un mejor desarrollo. México debería aprender de esas experiencias.
Mientras otros países de Latinoamérica y el Caribe están generando empleos y más riqueza disponible por encima del promedio de la región, México sigue sumido aumentando las tasas de desempleo y con ello el hambre, la pobreza, la migración y la delincuencia.
En este sentido, el combate que realiza el gobierno federal no se plantea una solución de raíz, olvidando que el factor económico es el detonante de la violencia. Si no se generan empleos suficientes, dignos, estables y bien remunerados, o peor aún, si se siguen perdiendo los que existen, es entendible que la gente recurra a otros medios para obtener un sustento, a tomar por medios ilegales lo que la sociedad y la economía les niegan por los medios legales.
No debemos seguir esperanzados a que los estadounidenses se decidan a comprar mercancías mexicanas, si además nuestros vecinos del norte tienen una economía dañada y cada vez se abre más la grieta, se debe fortalecer el mercado interno y apoyar nuestro desarrollo sobre bases propias, de lo contrario seguiremos creciendo a ritmo más que lento.
Los hermanos crecieron, México se quedó estancado y hoy se porta como el hermano menor.
EPPUR SI MUOVE XIV
(y sin embargo se mueve)
Afuera esta lloviendo miel
Y cada gota que cae
Es un alivio
Sobre los témpanos de sal
Que hay acumulados
Sobre las azoteas.
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Publicado en Queo.com.mx. Culiacán, Sinaloa