Hace casi 23 años que no vivo en San Luis, pero mi potosinidad la llevo a cuestas, como quien lleva un ladrillo para mostrar al mundo como es su casa. Por eso, y por los recuerdos imposibles de desactivar, comparto el sentimiento de tristeza que invade a muchos potosinos de mi generación por el final de lo que fue el Canal 13.
Cuando me enteré, me vino a la mente "Garraspatín", el muñequito minimalista creado con un pañuelo y algunas ligas, manipulado por Adrián René Contreras, que encabezaba la barra infantil a finales de los 70s. ¡Por supuesto que estuve ahí! ¡Era increíble estar del otro lado de la pantalla! Recuerdo que me llevaron como premio a mis calificaciones de 4° de primaria. Creo que alguna vez, estando en casa de mi abuela en la colonia San Luis, hicimos donaciones para "Camino a Belén", el programa que solamente se transmitía en diciembre, con la iniciativa del padre Peñaloza, para llevar juguetes y otros apoyos a los sectores más pobres de la ciudad.
Años después me tocó ser el guía, llevé a mi hermano al programa 'Burbujitas", porque ese sábado estaba en el estudio nada menos que el legendario Blue Demon. Para esa época ya vivíamos en "El polvorín", bastante cerca de las instalaciones del Canal 13.
También por esa época asistí a algunos de los programas que realizó la televisora desde el Teatro de la Ciudad del Parque Tangamanga en los que se presentaban algunos artistas de moda y grupos locales.
En mi casa de adolescente había la costumbre de ver el noticiero vespertino, en el que veía a los locutores como grandes personajes, por eso, ya en la Universidad, conocer en persona a Samuel Bonilla como profesor, fue una experiencia de asombro. Y gracias a la carrera que elegí, conocí más tarde a otros conductores y comentaristas que únicamente había visto en la pantalla, como a don Fidel Briano, que siempre hablaba con la misma entonación de crítico severo, y yo creía que solo era un recurso enfático de sus cápsulas de 5 minutos.
Después conocí los estudios de Av. Universidad, junto al periódico El Sol de San Luis.
Toda la nostalgia llegó con las imágenes de la humareda causada por el incendio de las antiguas instalaciones de Canal 13, en la carretera a Río Verde, casi llegando a la Av. De los Pinos. Ahí, dónde la enorme antena se hizo un ícono del progreso del San Luis de los 70s y 80s. Fue como presenciar la cremación de un viejo retirado, de un acompañante de vida.