Abracé un árbol, me así con fuerza a su corteza y le aprendí raíces como andanza del camino que apenas empieza por donde surgen luces de esperanza
Abracé un árbol, más tarde, cuando el amor crecía y con la luz iban muriendo las sombras disipadas por doquier en nuevas formas que en mí dejaron destellos de sabiduría
Abracé un árbol, mas el vendaval llegó imprudente y huyeron las aves del ramaje, así comprendí su triste lenguaje el mismo que habla la inocente gente
Abracé un árbol, un árbol cascajo de avanzada edad casi muerto, ramas sin hojas de la savia carentes, paradojas me abracé fuerte a una verdad.