Por Juan Carlos Balderas Colunga
Finalmente, después de 16 días, los legisladores del llamado Frente Amplio Progresista, (que no es frente, ni es amplio y mucho menos progresista), decidieron retirar la toma de la tribuna del Congreso federal, en parte por la presión y en parte por la poca aceptación entre los ciudadanos de esa medida como forma de “resistencia”.
Ya he manifestado con anterioridad que la inclusión de capitales en PEMEX, si bien no privatiza la paraestatal, sí lo hace con las ganancias de la sexta empresa más importante del mundo, pues no creo que los inversionistas (que en realidad son quienes impulsan la reforma) lo hagan por puro amor por México. Independientemente de eso, lo que se antoja para el análisis, es el pretexto por el cual el grupo de legisladores tomó la tribuna, la inconformidad se debía a que no aceptaban sólo 50 días para debatir la propuesta oficial, su exigencia era de 120 para que se pueda discutir sin prisas y pueda opinar todo aquel que quiera hacerlo.
Luego de las negociaciones, el FAP aceptó que la iniciativa del gobierno se discuta en el pleno durante 71 días, comprendidos entre el 13 de mayo y el 22 de julio. La pregunta que surge es ¿Piensan los diputados del FAP que imponiendo más días de discursos van a hacer cambiar de opinión a los legisladores que quieren que PEMEX comparta sus utilidades con la iniciativa privada? Evidentemente no.
Las posiciones ya están definidas, los diputados del PRI y PAN defienden intereses específicos ya trazados con anterioridad, por lo mismo ya se anticipa que la propuesta sea aprobada de manera integral por la mayoría parlamentaria.
Es bien sabido que la gran mayoría de los mexicanos estamos a favor de que la empresa que provee al gobierno de más de un tercio de su presupuesto total se conserve como patrimonio de todos, aunque los ciudadanos comunes no veamos reflejado en nuestro nivel de vida esas jugosas ganancias, y en el papel esa misma mayoría estaría en contra de la propuesta de ley presentada por la iniciativa privada a través del presidente Calderón.
Pero los perredistas y compañía cometieron el error de limitarse a la simple oposición a esa propuesta, a solicitar solamente más tiempo para debatirla y de esa manera abrir el escenario para que Andrés Manuel López Obrador se pronuncie públicamente y los reflectores y las cámaras, hablen otra vez de él, que tenga mayor protagonismo en el asunto y que aparezca en televisión más tiempo que el mismo Calderón.
La oposición a ultranza y “a como dé lugar” a la iniciativa de ley presentada por Calderón, implica una de dos cosas, o bien se pretende que las cosas se queden como están o existe una propuesta diferente, superior, que considere el beneficio de la gran mayoría de los mexicanos, que genere el desarrollo nacional en los ámbitos productivos y por tanto incida de manera directa en el bienestar económico principalmente de los trabajadores. ¿Dónde está esa propuesta? ¿En qué consiste? ¿Cuáles son sus planteamientos esenciales? ¿Qué propone en concreto? Tal vez yo no me haya dado cuenta y en los módulos de afiliación al “gobierno legítimo” estén distribuyendo algún material y no solo estén esperando que los ciudadanos se acerquen a simpatizar con ellos, tal vez ellos se están ocupando de explicarla al pueblo para que la haga suya y participe activa y conscientemente en su defensa y no me he percatado de eso.
La estrategia de lucha, constreñida exclusivamente a rebelarse a todo lo que surge en el gobierno, per se, sin la existencia de una contrapropuesta alterna, es sinónimo de una izquierda inmadura y que evidencia, aún más, la división por la que está pasando y que la condenará a desaparecer en la historia, al fin que ellos no son la verdadera opción para el pueblo de México.
Bien dice la sabiduría popular que un tonto, subido en un ladrillo, se marea, aplicando esta frase a aquellos aprendices de dictador que con un poco de poder, se sienten amos de vidas y haciendas. Escribo esto luego de enterarme de las artimañas que ha utilizado Cosntanzo de la Vega, alcalde de Texcoco, Estado de México, para oponerse a que un grupo de familias, propietarias de un predio semiurbano, pudieran construir sus viviendas, negándoles el permiso para cambiar el uso de suelo, solo por militar en un partido distinto al suyo, en tanto que, en un predio cercano a ese, autorizó la construcción de un lujoso centro comercial con todos los servicios.
La estupidez de algunos gobernantes no debe ser obstáculo del progreso de las familias más humildes. Y sin embargo, se mueve.
Bienvenida al mundo la nueva heredera de los Millán Para Carlos Millán y su esposa María Inés, cada día venidero será distinto, por lo especial, a partir de la llegada al mundo el 26 de abril de quien llevará el nombre de Carla Cristina o Irlanda, cuyo santoral lo han de decidir el color de sus ojos.
Los mejores deseos, parabienes y cientos de miles de Felicidades.
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Publicado en Queo.com.mx