7 de junio de 2005

CIDA A.C., CUARTO ANIVERSARIO

"Debe hacerse en cada momento,
 lo que en cada momento es necesario."
José Martí.

 

No es la flamante sala de juntas construida con recursos del programa Hábitat, ni los baños que envidiarían en muchos edificios públicos y hasta privados,  tampoco es la plancha de cemento del patio ayer de tierra, ni el consultorio, ni el nuevo dormitorio.

No son todas esas mejoras, lo que determina el progreso que en cuatro años de existencia en esta ciudad ha alcanzado el Centro de Integración para Drogadictos y Alcohólicos A. C. de Navojoa, sino el prestigio social que sus integrantes se han ganado a pulso, con un método de rehabilitación que consiste no sólo en la disciplina y el autoreconocimiento de una enfermedad que es producto del entorno social y económico. Hoy en día, gran cantidad de personas solicitan los servicios de esta institución para recuperarse a sí mismos y a sus familias después de pasar por ese submundo que significa el consumo de estupefacientes y el abuso de bebidas alcohólicas.

El método particular del CIDA AC, no se limita a la atención psicológica, médica, al tratamiento clínico del adicto, sino a la recuperación social de los individuos que han incurrido en este extravío, a través del fomento a la convivencia con la familia, que, paradójicamente, juega un notable rol en los procesos de formación del vicio como en la reivindicación del individuo. CIDA AC ha ido más allá, involucrando instituciones en la solución de este fenómeno social. Así, la Secretaría de Educación y Cultura, a través del Instituto Sonorense de Educación para Adultos, participa enseñando a leer a los internos que lo requieren, con clases de primaria y secundaria abiertas.

Lo más importante es que se tiene una visión en la que el adicto recupera la confianza social con servicio a la comunidad y es un trabajo que se ve por todas partes. Ahí donde hay un boulevard que arreglar, un espacio público que desmontar, donde hay que ayudar con trabajo, ahí están siempre los internos del CIDA AC, que buscan de esta manera dignificar su rehabilitación, devolverle a la sociedad lo que ésta aporta para su recuperación a través de instituciones como el Ayuntamiento, el DIF y el ITSON, lo que aportan los comerciantes y empresarios como donativo. Una sociedad entera que se une para colaborar en la solución de un fenómeno de índole social en torno a la iniciativa de CIDA AC. , ese es el éxito de este centro.

Grandes problemas requieren de esfuerzos grandes, y en este caso, el empuje conjunto de muchas agrupaciones es ejemplo de lo que se puede lograr cuando se pone al servicio de la sociedad el interés colectivo y multidisciplinario por erradicar uno de los males más nocivos de la sociedad.

Estos cuatro años encierran muchas historias de hombres que en ese lugar experimentan una especie de renacimiento, por eso las felicitaciones no se circunscriben al organismo como tal, sino que uno no puede dejar de congratularse con aquellos seres humanos que hoy viven una vida más sana, más libres de drogas. Todo esto es posible cuando un grupo de personas se dedica fervientemente a poner en práctica su lema: servir con amor.

Termino esta colaboración con las palabras ejemplares de José Martí, que no dejan de venirme a la mente cuando veo el enorme esfuerzo que hacen en el CIDA por ese deber solidario que es ayudar a otros seres humanos: "El deber del hombre virtuoso no está sólo en el egoísmo de cultivar la virtud en sí, sino que falta a su deber el que descansa mientras la virtud no haya triunfado entre los hombres."

EPPUR SI MUOVE   I
(y sin embargo se mueve)

A veces también pienso en declararme en alerta roja, cuando los hostigadores y perseguidores vuelan en círculos. Pero el ave canta aunque la rama cruja, como que sabe lo que son sus alas.


Publicado en el periódico El Informador del Mayo